Enfermedad Oligometastásica y Radiocirugía
La enfermedad oligometastásica se considera un estado de transición entre el cáncer metastásico localizado y el generalizado. La función clínica de este término es describir a aquellos pacientes en los que se ha identificado la diseminación del cáncer, aunque con pocas metástasis, generalmente de una a cinco.1,2 Más importante aún, esta categorización permite a los médicos identificar a aquellos pacientes con cáncer que se puede considerar que tienen una tasa de supervivencia comparable a la enfermedad localizada1 y que pueden responder a la radiocirugía estereotáctica (SRS).1,2
Gestión tradicional de la enfermedad oligometastásica
Históricamente, el estándar de atención del cáncer oligometastásico ha sido la resección quirúrgica o la terapia sistémica paliativa.1,3,4 Sin embargo, a pesar de demostrar su capacidad de retrasar la progresión del cáncer y prolongar la esperanza de vida, las terapias sistémicas a menudo causan toxicidad con consecuencias negativas en la calidad de vida (QOL) del paciente.3
Las terapias dirigidas a la metástasis en oligometástasis cuentan con una reconocida capacidad curativa, lo que respalda el objetivo de erradicar las lesiones metastásicas y hacer desaparecer la enfermedad.4 La resección quirúrgica es una de esas técnicas de terapias dirigidas a la metástasis y puede ser el método preferente en determinadas circunstancias.4 Sin embargo, la metastasectomía conlleva riesgos perioperatorios en función de la ubicación y puede no ser siempre la terapia más eficaz, en función de la complejidad del estado oligometastásico y la afectación multiorgánica.4
Teniendo esto en cuenta, en oncología se está incrementando el uso de alternativas menos invasivas que la terapia dirigida a la metástasis, como la SRS, en enfermedades oligometastásicas.1,3,4
El papel de la radiocirugía estereotáctica
La SRS/SBRT permite una alta precisión con un alto gradiente en la distribución de la dosis, para evitar la irradiación en los tejidos sanos
- Dr. Gorka Nagore, oncólogo radioterápico.
Se ha demostrado por primera vez que la radioterapia estereotáctica (SRS) ofrece mejores tasas de supervivencia en el cáncer cerebral secundario y una mejor calidad de vida que la radioterapia cerebral total.5 Como la SRS conlleva una administración precisa de dosis altas de radiación en el sitio objetivo, la técnica puede minimizar los daños en el tejido adyacente.5
En el contexto de la enfermedad oligometastásica y las metástasis extracraneales, los términos “radioterapia corporal ablativa estereotáctica” (SABR) y “radioterapia corporal estereotáctica” (SBRT) se usan con mayor frecuencia y son intercambiables con SRS.1 La SABR se caracteriza por uno a cinco tratamientos de alta dosis de radiación altamente conformada4 durante un período relativamente corto (pocas fracciones).1
La eficacia de la SABR ha quedado demostrada en una amplia variedad de cánceres, incluidos el pulmonar, hepático, espinal,4 colorrectal y de próstata. Las tasas de control del tumor en muchos entornos clínicos han superado entre el 80 y el 90 % con SABR, en función del tipo de cáncer primario.4
En los estudios que investigan los resultados a largo plazo se han observado resultados prometedores en pacientes con oligometástasis tratados con SABR. En un ensayo clínico aleatorizado de fase II, el seguimiento a largo plazo de pacientes con un tumor primario controlado y hasta cinco oligometástasis presentó una mejora de la mediana de supervivencia general de 22 meses, en comparación con el grupo de control con tratamiento estándar (sistémico paliativo y/o radioterapia). También se observó una mejora significativa en la supervivencia libre de progresión (p 0,001).2 Cabe señalar que al grupo de tratamiento se administró la terapia sistémica paliativa estándar según lo indicado, simultáneamente con SABR.2 En del grupo de tratamiento, los pacientes con tres o menos metástasis presentaron tasas superiores de supervivencia libre de progresión y de supervivencia general que aquellos con cuatro o cinco lesiones metastásicas.
Calidad de vida en la supervivencia al cáncer
Dado que los tratamientos con intención curativa, como la SABR, mejoran las tasas de supervivencia entre los pacientes con cáncer, la calidad de vida a largo plazo entre esta cohorte suscita un creciente interés.6 Múltiples estudios han demostrado que el tratamiento con SABR en diferentes tipos de cáncer no tiene como resultado un detrimento en la calidad de vida del paciente.2,7,8 A la luz de ciertas terapias contra el cáncer, como los tratamientos sistémicos o la radioterapia convencional, que provocan toxicidad y una disminución de la calidad de vida,3,5 las opciones terapéuticas con capacidad de preservar la calidad de vida en supervivientes de cáncer con una esperanza de vida prolongada son cada vez más valiosas.
La importancia de la selección del paciente
No todos los pacientes con enfermedad oligometastásica pueden beneficiarse de la SABR respecto a la resección quirúrgica (u otras terapias estándar). A pesar de los riesgos perioperatorios conocidos, la metastasectomía sigue siendo una valiosa opción de tratamiento en determinados pacientes. Por ejemplo, ha demostrado un control superior de los tumores centrales grandes en linfadenopatías. Además, la resección quirúrgica proporciona muestras de tejido para análisis posteriores.9
No obstante, existe evidencia de que una aplicación con indicación de SABR en determinados grupos de pacientes con enfermedad oligometastásica tiene el potencial de mejorar significativamente la supervivencia general,2 siendo la radioterapia estereotáctica cada vez más reconocida como una opción de tratamiento viable y no invasiva para hasta cinco lesiones metastásicas en múltiples ubicaciones de órganos.2
Aviso legal: cualquier procedimiento que incluya tratamientos que impliquen radiación conlleva riesgos, entre otros, irritación de la piel y el dolor asociado. Antes de proceder con una derivación para tratamiento, se debe recomendar a los pacientes que busquen una segunda opinión de un profesional sanitario debidamente cualificado. Como en cualquier procedimiento médico, las experiencias y los resultados variarán de un paciente a otro.
Referencias
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- Palma DA, et al. J Clin Oncol.2020;38(25):2830-2838.
- Milano MT, et al. Ann Palliat Med.2021;10(5):5923-5930.
- Beckham TH, et al. BJC.2021;124:136-141.
- Brown PD, et al.J Clin Oncol. 2018;36(5):483-491.
- Van Leeuwen M, et al. Health Qual Life Outcomes;2018;16:114.
- Mutsaers A, et al. Radiat Oncol.2017;12:110.
- Lagerwaard FJ, et al. J Thor Oncol.2012;7(7):1148-1154.
- Nauman H, et al. JTD.2019;11: Supp 9.