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2021-10-20T00:00:00.000+08:00

Cómo subir las defensas tras la quimioterapia

Cómo subir las defensas tras la quimioterapia

Mantener el peso corporal adecuado y la suficiente energía es especialmente importante para el paciente durante la quimioterapia ya que le va a ayudar frente a posibles infecciones y efectos secundarios propios del tratamiento. En este post damos una serie de recomendaciones sobre hábitos saludables que contribuirán a reforzar las defensas del organismo.

Uno de los efectos secundarios más frecuentes en pacientes de cáncer que se someten a un tratamiento de quimioterapia es la neutropenia, es decir, el descenso del número de los leucocitos o glóbulos blancos, que nos protegen de infecciones y que es lo que comúnmente llamamos bajada de defensas.

Recomendaciones para subir las defensas tras la quimioterapia

La reducción de defensas o neutropenia aumenta el riesgo de que una infección menor se agrave y puede conllevar asociados otros síntomas, como fiebre, diarrea, escalofríos, dolor abdominal, alteraciones en la micción o inflamación de garganta u oídos, entre otros.

Es recomendable incorporar a nuestra rutina algunas recomendaciones de higiene, alimentación, etc., para fortalecer el organismo y evitar que la quimioterapia debilite tu sistema inmunológico ante otras enfermedades.

Algunos consejos son:

  • Seguir una dieta saludable
  • Mantener un descanso equilibrado con sueño de calidad
  • No compartir objetos personales al comer, beber o en higiene personal como el cepillo de dientes
  • Evitar aglomeraciones y el contacto con personas enfermas
  • Lavar las manos con frecuencia durante el día, sobre todo antes y después de las comidas y tras ir al aseo
  • Ducha o baño diarios e hidratar bien la piel para evitar fisuras o sequedad
  • Cuidar las encías con un cepillo de dientes suave
  • No comer alimentos crudos, como carne, huevos o marisco y lavar muy bien los productos frescos como fruta o verdura
  • Controlar que temperatura corporal no alcance los 38ºC
  • Consultar las vacunaciones, pues algunas están elaboradas con virus atenuados que pueden causar una infección grave, y evitar el contacto con personas recientemente vacunadas con dichos virus vivos atenuados (como es el caso de la poliomielitis, gripe o sarampión)
  • Evitar los cortes al utilizar objetos punzantes
  • No tocar los enseres de animales domésticos ni recoger sus excrementos, ni con bolsas de plástico

Alimentos para subir las defensas durante la quimioterapia

Ya hemos hablado en otra ocasión sobre los alimentos adecuados para las personas con cáncer. Estas recomendaciones no siempre coinciden las habituales de alimentación saludable. La alimentación tiene un papel fundamental en la subida de las defensas y es necesario conocer qué alimentos contienen esos nutrientes y vitaminas que potencian inmunidad.

  • Alimentos ricos en omega 3, 6 y 9: son los más adecuados para sustituir las grasas saturadas de tu alimentación. Podrás encontrar estos ácidos grasos en pescados del mar, soja, cereales, semillas de linaza o frutos secos.
  • Alimentos ricos en vitamina C: la vitamina C es una barrera natural frente a infecciones y la puedes encontrar en cítricos, espinacas, tomates, coles, bayas y frutas como el kiwi, melón, piña o papaya. Es muy recomendable aumentar el consumo de zumos vegetales.
  • Alimentos ricos en vitamina E: la encontrarás en aceites de oliva, girasol o germen de trigo, sí como en cereales, frutos secos o vegetales verdes. Se trata de un antioxidante natural que ayuda a mejorar tu sistema inmune.
  • Alimentos ricos en vitamina A: la vitamina A mejora en concreto las defensas de la piel y las mucosas, que se ven particularmente afectadas por la quimioterapia. Por ello, es fundamental que incluyas en tu dieta el consumo de huevos y lácteos, verduras como la calabaza o zanahoria y otros de hoja verde, así como frutas como el melón, albaricoque o mango.
  • Alimentos ricos en hierro: para evitar la anemia puedes aumentar el consumo de carnes y derivados, huevos, vegetales como espinacas o acelgas y lentejas.
  • Lácteos fermentados: productos como el yogur, leches ácidas o kéfir refuerzan las defensas de manera muy rápida.

Existen algunos alimentos en particular que son grandes aliados de tu sistema inmunológico. Estos son, entre otros, la cebolla morada, muy rica en antioxidantes, el kéfir, un probiótico con muchísimos beneficios, y el antioxidante zumo de limón que combinado con miel ayuda a aumentar tus defensas.

En cuanto a “alimentos prohibidos”, durante y tras la quimioterapia es necesario reducir las grasas saturadas, que disminuyen la capacidad defensiva de tu organismo y se pueden sustituir por ácidos grasos Omega 3, 6 y 9. También hay que evitar el consumo de alimentos crudos, como carnes, fiambres y quesos, así como pasteles o bollería.

Seguir estas recomendaciones te ayudará a evitar riesgos y a sobrellevar de mejor manera el tratamiento de quimioterapia. No supone gran esfuerzo valorar estas consideraciones e incorporarlas en tu rutina diaria. Una alimentación saludable, junto con la práctica de ejercicio moderado y tener buena calidad de sueño son factores fundamentales durante y después de recibir el tratamiento.

Mantener el peso corporal adecuado y la suficiente energía es especialmente importante para el paciente durante la quimioterapia ya que le va a ayudar frente a posibles infecciones y efectos secundarios propios del tratamiento. En este post damos una serie de recomendaciones sobre hábitos saludables que contribuirán a reforzar las defensas del organismo.

Uno de los efectos secundarios más frecuentes en pacientes de cáncer que se someten a un tratamiento de quimioterapia es la neutropenia, es decir, el descenso del número de los leucocitos o glóbulos blancos, que nos protegen de infecciones y que es lo que comúnmente llamamos bajada de defensas.

Recomendaciones para subir las defensas tras la quimioterapia

La reducción de defensas o neutropenia aumenta el riesgo de que una infección menor se agrave y puede conllevar asociados otros síntomas, como fiebre, diarrea, escalofríos, dolor abdominal, alteraciones en la micción o inflamación de garganta u oídos, entre otros.

Es recomendable incorporar a nuestra rutina algunas recomendaciones de higiene, alimentación, etc., para fortalecer el organismo y evitar que la quimioterapia debilite tu sistema inmunológico ante otras enfermedades.

Algunos consejos son:

  • Seguir una dieta saludable
  • Mantener un descanso equilibrado con sueño de calidad
  • No compartir objetos personales al comer, beber o en higiene personal como el cepillo de dientes
  • Evitar aglomeraciones y el contacto con personas enfermas
  • Lavar las manos con frecuencia durante el día, sobre todo antes y después de las comidas y tras ir al aseo
  • Ducha o baño diarios e hidratar bien la piel para evitar fisuras o sequedad
  • Cuidar las encías con un cepillo de dientes suave
  • No comer alimentos crudos, como carne, huevos o marisco y lavar muy bien los productos frescos como fruta o verdura
  • Controlar que temperatura corporal no alcance los 38ºC
  • Consultar las vacunaciones, pues algunas están elaboradas con virus atenuados que pueden causar una infección grave, y evitar el contacto con personas recientemente vacunadas con dichos virus vivos atenuados (como es el caso de la poliomielitis, gripe o sarampión)
  • Evitar los cortes al utilizar objetos punzantes
  • No tocar los enseres de animales domésticos ni recoger sus excrementos, ni con bolsas de plástico

Alimentos para subir las defensas durante la quimioterapia

Ya hemos hablado en otra ocasión sobre los alimentos adecuados para las personas con cáncer. Estas recomendaciones no siempre coinciden las habituales de alimentación saludable. La alimentación tiene un papel fundamental en la subida de las defensas y es necesario conocer qué alimentos contienen esos nutrientes y vitaminas que potencian inmunidad.

  • Alimentos ricos en omega 3, 6 y 9: son los más adecuados para sustituir las grasas saturadas de tu alimentación. Podrás encontrar estos ácidos grasos en pescados del mar, soja, cereales, semillas de linaza o frutos secos.
  • Alimentos ricos en vitamina C: la vitamina C es una barrera natural frente a infecciones y la puedes encontrar en cítricos, espinacas, tomates, coles, bayas y frutas como el kiwi, melón, piña o papaya. Es muy recomendable aumentar el consumo de zumos vegetales.
  • Alimentos ricos en vitamina E: la encontrarás en aceites de oliva, girasol o germen de trigo, sí como en cereales, frutos secos o vegetales verdes. Se trata de un antioxidante natural que ayuda a mejorar tu sistema inmune.
  • Alimentos ricos en vitamina A: la vitamina A mejora en concreto las defensas de la piel y las mucosas, que se ven particularmente afectadas por la quimioterapia. Por ello, es fundamental que incluyas en tu dieta el consumo de huevos y lácteos, verduras como la calabaza o zanahoria y otros de hoja verde, así como frutas como el melón, albaricoque o mango.
  • Alimentos ricos en hierro: para evitar la anemia puedes aumentar el consumo de carnes y derivados, huevos, vegetales como espinacas o acelgas y lentejas.
  • Lácteos fermentados: productos como el yogur, leches ácidas o kéfir refuerzan las defensas de manera muy rápida.

Existen algunos alimentos en particular que son grandes aliados de tu sistema inmunológico. Estos son, entre otros, la cebolla morada, muy rica en antioxidantes, el kéfir, un probiótico con muchísimos beneficios, y el antioxidante zumo de limón que combinado con miel ayuda a aumentar tus defensas.

En cuanto a “alimentos prohibidos”, durante y tras la quimioterapia es necesario reducir las grasas saturadas, que disminuyen la capacidad defensiva de tu organismo y se pueden sustituir por ácidos grasos Omega 3, 6 y 9. También hay que evitar el consumo de alimentos crudos, como carnes, fiambres y quesos, así como pasteles o bollería.

Seguir estas recomendaciones te ayudará a evitar riesgos y a sobrellevar de mejor manera el tratamiento de quimioterapia. No supone gran esfuerzo valorar estas consideraciones e incorporarlas en tu rutina diaria. Una alimentación saludable, junto con la práctica de ejercicio moderado y tener buena calidad de sueño son factores fundamentales durante y después de recibir el tratamiento.