La alimentación durante el cáncer
Comer los alimentos adecuados antes, durante y después del tratamiento de cáncer puede ayudar al paciente a sentirse mejor y mantenerse fuerte. Los hábitos de alimentación que son buenos para los pacientes de cáncer pueden ser muy diferentes a las pautas de alimentación que son consideradas saludables en nuestra sociedad. Por eso, queremos resolver la duda que a cualquier paciente que padece cáncer le puede surgir: “Tengo cáncer ¿debo mantener alguna alimentación en concreto?”
La nutrición es importante para los pacientes de cáncer
Los pacientes de cáncer necesitan nutrirse para mantener su peso corporal y fuerza, mantener su energía, luchar contra las infecciones y sobrellevar los efectos secundarios del tratamiento.
Las personas que tienen cáncer pueden perder peso y entre un 40 y un 80% presentan desnutrición. Esto ocurre por dos razones: por una parte, el tumor consume mucha energía (azúcar) y, en segundo lugar, los tratamientos pueden producir inapetencia, náuseas, vómitos, ageusia (ausencia del gusto), hipogeusia (disminución del gusto) o disgeusia (alteración del sabor de todos los alimentos).
Alimentos indicados para las personas con cáncer
- Proteínas (pescados y huevos)
- Calorías
- Queso, leche y huevos
- En el caso de dificultades a la hora de masticar, añadir salsas y caldos a sus comidas
- Beber agua es fundamental. Se recomiendan 2 litros de líquido al día (agua, zumos, sopa, infusiones, alimentos ricos en agua…)
En el caso de no tener apetito, se recomienda el consumo de alimentos ricos en proteínas como pescados, huevos y lácteos. Para potenciar el sabor de los alimentos se puede cocinar utilizando ajo, cebolla, perejil, laurel y salsas como bechamel, mayonesa o tomate de tal forma que potenciamos el sabor de los alimentos.
Si se altera el sabor de los alimentos, sustituir las carnes rojas por pollo, pavo y jamón es una opción muy recomendable. Además, hay que evitar los sabores intensos.
Una alimentación sana y una buena nutrición pueden mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente, por lo que comer y beber alimentos y líquidos que contengan nutrientes como vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos, grasas y agua es esencial en la dieta del paciente.