/content/dam/asset-migration/lifestyle/iStock-891167504.jpg
2021-12-04T00:00:00.000+08:00

Bebidas y alimentos alcalinos contra el cáncer

Bebidas y alimentos alcalinos contra el cáncer

Durante y después de los tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia es muy importante cuidar la alimentación contra el cáncer. Un primer paso para logarlo puede ser comenzar a elaborar refrescantes y nutritivos zumos de frutas y verduras.

Helen Medal, autora de “El ABC de los zumos y batidos”, recomienda consumir un 51% de comida cruda basada en frutas y verduras al día ya que contienen una gran cantidad de nutrientes vivos. También aconseja no sobrecargar nuestros sistema digestivo con alimentos perjudiciales como la bollería industrial, los zumos pasteurizados o refrescos azucarados. Estos malos hábitos en la alimentación unido al estrés del actual ritmo de vida desequilibran el pH de nuestro organismo, haciéndolo más ácido; lo que favorece la aparición de distintas enfermedades que se manifiestan con síntomas como: dolores de cabeza, problemas en la piel, alteraciones digestivas, diabetes tipo 2, exceso de peso, presión arterial alta, artritis…

El zumo perfecto

Para hacer bien un zumo es importante saber en qué proporción debemos mezclar las verduras y frutas. “Lo ideal es combinar entre un 70% a un 90% de verduras y alguna fruta como manzana o piña para darle sabor; la cantidad de verdura no debe superar la cantidad de fruta, por su alto nivel de fructuosa, un tipo de azúcar”, explica esta especialista.

Vamos al mercado

La mejora manera de comenzar el día es preparando zumos saludables con combinaciones infinitas. Hay tantas recetas de zumos naturales como frutas y verduras de temporada en el mercado. Las espinacas y los canónigos son idóneos por su sabor suave, pero es aconsejable usar acelgas, col rizada, lechuga, berza, berros e hierbas como el cilantro, perejil, menta, hierba buena. También conviene experimentar combinándolas con manzanas, plátanos, arándanos, piña, limones, pepinos, acelgas, remolacha, apio, perejil, zanahoria… E incluso añadir alimentos ricos en proteínas vegetales como el aceite de coco, aceite de oliva, nueces, anacardos, almendras crudas, aguacate, cáñamo, lino molido… que contienen grasas saludables como omega 3 y omega 6.

Durante y después de los tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia es muy importante cuidar la alimentación contra el cáncer. Un primer paso para logarlo puede ser comenzar a elaborar refrescantes y nutritivos zumos de frutas y verduras.

Helen Medal, autora de “El ABC de los zumos y batidos”, recomienda consumir un 51% de comida cruda basada en frutas y verduras al día ya que contienen una gran cantidad de nutrientes vivos. También aconseja no sobrecargar nuestros sistema digestivo con alimentos perjudiciales como la bollería industrial, los zumos pasteurizados o refrescos azucarados. Estos malos hábitos en la alimentación unido al estrés del actual ritmo de vida desequilibran el pH de nuestro organismo, haciéndolo más ácido; lo que favorece la aparición de distintas enfermedades que se manifiestan con síntomas como: dolores de cabeza, problemas en la piel, alteraciones digestivas, diabetes tipo 2, exceso de peso, presión arterial alta, artritis…

El zumo perfecto

Para hacer bien un zumo es importante saber en qué proporción debemos mezclar las verduras y frutas. “Lo ideal es combinar entre un 70% a un 90% de verduras y alguna fruta como manzana o piña para darle sabor; la cantidad de verdura no debe superar la cantidad de fruta, por su alto nivel de fructuosa, un tipo de azúcar”, explica esta especialista.

Vamos al mercado

La mejora manera de comenzar el día es preparando zumos saludables con combinaciones infinitas. Hay tantas recetas de zumos naturales como frutas y verduras de temporada en el mercado. Las espinacas y los canónigos son idóneos por su sabor suave, pero es aconsejable usar acelgas, col rizada, lechuga, berza, berros e hierbas como el cilantro, perejil, menta, hierba buena. También conviene experimentar combinándolas con manzanas, plátanos, arándanos, piña, limones, pepinos, acelgas, remolacha, apio, perejil, zanahoria… E incluso añadir alimentos ricos en proteínas vegetales como el aceite de coco, aceite de oliva, nueces, anacardos, almendras crudas, aguacate, cáñamo, lino molido… que contienen grasas saludables como omega 3 y omega 6.